Descripción
Mi piel es azul y mis guantes rojos.
Este cuadro representa la fuerza del niño interior.
El fondo grisáceo, simboliza el entorno difícil en el que el niño se encuentra y que lo llevó a desarrollar esa fortaleza y determinación.
«No he olvidado ni ignorado el niño que llevo dentro.
Tampoco los desafíos a los que me he tenido que enfrentar.
Hay muchas cosas por las que luchar desde una temprana edad.
Inclusive luchar por sanar esas cicatrices que habitan en el alma desde la infancia.
He aprendido a no dejarme vencer, no me he rendido.
No me detendré»